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En Salamanca no hay olivos

Creo que al pensar en olivos y España a todos se nos viene a la cabeza el sur, más concretamente los campos de olivares de Jaén. En cierto modo, es complicado pensar en otro lugar de la geografía española, en el que poder degustar de la propia almazara el denominado “oro líquido” y mucho menos poder hacer oleoturismo.

Primer paseo entre olivos en Ahigal de los Aceiteros

Sin embargo, como dirían los gallegos “haberlas haylas”, en este caso no son meigas sino campos de olivos y están en Salamanca. Concretamente en la zona de las Arribes del Duero.

Oleoturismo en Salamanca

Podríamos definir el oleoturismo como aquel turismo que se hace entorno al aceite de oliva. Esto incluye: acercarse a los olivos y sus olivas, visitar almazaras, hacer catas de aceite y lo que puede resultar más llamativo, y cansado, el vareo de olivos.

Entrando en Ahigal de los Aceiteros nos dirigimos a la Posada

Para hacer oleoturismo, el destino elegido fue Ahigal de los Aceiteros, a poco menos de una hora de Salamanca en coche. La época para ir fue el mes de diciembre, por aquello de llegar a la recolecta de la oliva, y para seguir con las sorpresas y ser diciembre nos hizo un sol radiante.

Olivas en el árbol antes de ser recogidas

Del olivo la oliva y de ésta el aceite de Aceiteros

Empezamos el día paseando entre olivos para irnos familiarizando con el entorno y para llegar a descubrir parte de los Arribes del Águeda. Digo empezamos, ya que en esta ocasión el viaje fue motivo de un blogtrip en la compañía del El lío de Abi y Viaje con Pablo.

Después del paseo, Manuel de la Posada de los Aceiteros, además de alojarnos y darnos muy bien de comer, nos llevó a varear olivos.

Manuel prepara el terreno para empezar la recogida

Si lo que quieres es conseguir un brazo de hierro, esta es tu actividad 🙂 tanto a mano como con ayuda de un motor esta actividad agrícola es lo más dura y cansada. De modo, que poco aguanté “pegando al olivo” para conseguir sus frutos, vamos lo justo para foto jejeje.

Ratona contra olivo
La oliva por fin cayó

Una vez en el suelo toca recogerlas con la red y llevarlas a la almazara, para que empiece el proceso de extracción. En nuestra visita la almazara ya estaba cerrada, pero si tienes curiosidad sobre el proceso puedes leer un poco más en Viajeros 3.0Trotaburgos, Organizo tu viaje o en Destino CyL, ellos si tuvieron la suerte de ver esta parte.

 

Esta fue nuestra cosecha

Lo que sí hicimos fue una deliciosa cata de aceite de oliva ecológico virgen extra, que es aquel se extrae en la primera prensa en frío de la oliva. La cata fue guiada de la mano de Loli, que es la dueña de la almazara de la cooperativa ecológica Aceiteros del Águeda. Aquí tratamos de identificar los atributos positivos del aceite de oliva: el toque afrutado, la parte amarga y el picante.

Almazaras del pasado

En Ahigal de los Aceiteros tuvimos la suerte de visitar una antigua almazara del siglo XVII, que dejó de ser utilzada no hace tanto, y que estaba en perfecto estado. Con todos los aperos de labranza, las piedras del lagar de aceite y su viga listas para prensar olivas y los candiles de aceite activos para alumbrar ese oro líquido que llenaría las tinajas.

Antigua almazara de Ahigal de los Aceiteros

Fue como teletransportarse al pasado, un pasado que parecía muy lejano pero que el propio guía había visto en su niñez. ¿40, 50 años atrás? cómo han cambiado las formas de trabajar y extraer el aceite. Lo que no cambia es el valor del aceite de oliva, uno de los alimentos más importantes de la gastronomía mediterránea.

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