Nochevieja en Islandia

Nuestra Nochevieja en Islandia

La reacción siempre era la misma cuando mi hermana y yo dijimos a familiares y amigos que nuestra intención era pasar la Nochevieja en Islandia. “¿Islandia…? Estáis locas… con el frio que tiene que  hacer…” o “¿…no será mejor un destino algo más caluroso en esa época…?”

¿Por qué Islandia os preguntaréis?

Mi hermana llevaba varios años diciendo que le encantaría conocer Islandia y varios meses remoloneando para entregar su proyecto de fin de carrera de arquitectura. Así que, se me ocurrió un bonito “chantaje”. Si ella entregaba y aprobaba el proyecto en septiembre, ese año le invitaba a Islandia para pasar la Nochevieja juntas. Y adivinad qué pasó. ¡Pues que entregó y aprobó! Cierto es, que para encontrar una buena oferta reservamos los billetes antes de saber la nota e hicimos escala en Londres.

De modo que nos dirigíamos a Islandia o Iceland, que como su propio nombre indica significa “tierra de hielo”. Así que con este nombre tan premonitor, no dudamos en que ropa térmica, guantes y gorros no podían faltar en nuestra maleta. Tanto por precio como por variedad, Decathlon fue nuestro elegido para comprar este tipo de ropa.

¿Cómo fue nuestro día de Nochevieja en Islandia?

Decidimos tener un día tranquilo y empezamos desayunando en The Perlan, desde donde además de explorar el emblemático edificio con forma de cúpula, disfrutamos de una panorámica de la ciudad.

Panorámica desde la Torre de Hallgrimskirkja

Nos dirigimos a la iglesia Hallgrimskirkja con el objetivo de ver la ciudad desde lo alto de la torre y tener así unas vistas de 360° desde el corazón de la ciudad.

Hallgrimskirkja, Reykjavik

Una vez aquí, descubrimos que esa misma noche se celebrar un concierto de Nochevieja y ya que estábamos por allí nos apuntamos y cogimos unas entradas. La verdad es que nos gustó mucho, había algunas canciones típicas de la tradición islandesa que desconocíamos, pero el sonido de las trompetas, tambores y timbales no defraudó.

Objetivo menú de Nochevieja

Eran las cuatro de la tarde y ya tocaba ir pensando en nuestro menú de Nochevieja, así que decidimos ir al supermercado. Ensalada, salmón ahumado y otros productos locales iban a ser nuestro plato principal, nada muy ostentoso ya que en Islandia la cesta de la compra no es precisamente económica.

Lo que no podía faltar en nuestro menú era una copa de vino para brindar. A diferencia que en España, en Islandia el alcohol no se vende en los supermercados normales, sino que las tiendas que lo venden están reguladas por el estado y se llaman Vinbudin. Su horario de apertura no es demasiado amplio y en nuestro caso a las 4pm ya estaba cerrado. De modo que haciendo gala de nuestra simpatía española nos acercamos a un bar próximo a ver si nos vendían una botella y lo conseguimos. Habemus vino!

Después de tomar unas cervezas en el bar de nuestro Hostel – Hlemmur Square ya teníamos decidido que después de cenar saldríamos a ver los fuegos artificiales desde Hallgrimskirkja y que saldríamos a disfrutar de la fiesta de Año Nuevo.

Rodeadas de fuegos artificiales

Cuando nos dijeron fuegos artificiales, pensamos que desde la iglesia se verían a lo lejos y que como en España se lanzarían por el ayuntamiento o la comisión de festejos. Pero no. En Islandia las cosas funcionan de otro modo. Aquí cada vecino lanza sus propios fuegos artificiales, desde la puerta de su casa, en la calle o en la explanada de la iglesia donde nos encontrábamos. Éste parece ser el punto elegido por la mayoría. De modo que allí nos encontrábamos, literalmente rodeadas de personas lanzando juegos de pirotecnia a menos de dos metros nuestro y a menos de dos metros entre ellos. Humo, olor a pólvora, explosiones y mucho color inauguraban 2014. Después continuamos la fiesta por las calles repletas de turistas y personas locales que festejaban y celebraban por todo Reykjavik el nuevo año.

Nochevieja Reykjavik

Nosotras no sacamos la cámara aquella noche así que no hay pruebas gráficas. De todos modos os dejo esta foto cogida de Islandia.es para que os hagáis una idea.

Sin duda la Nochevieja en Islandia fue nuestra mejor Nochevieja. No solo porque fue a primera que pasamos las dos juntas fuera de casa, sino porque descubrimos que hay cosas que sólo se pueden hacer en Islandia y que hacen de esta isla un destino más especial si cabe.

¿Dónde pasas la Nochevieja este año?, ¿cuál ha sido tu mejor Nochevieja? puedes dejar un comentario contándonoslo abajo.

Por cierto, ¡Feliz 2016!